Querido diario:
Creo que es el mejor momento para escribirte, es el momento en el que más inspirada estoy, no sé por qué. Quizás por el día que acabo de pasar. Por lo solitario que ha sido y por todos los recuerdos que me han venido a la mente.
Estoy de vacaciones en Miami, en casa de mi tía, y he pasado todo el día en la playa, sola... Me ha dado tiempo a pensar, recapacitar, recordar... Me he puesto melancólica y contenta a la vez al recordar todos los momentos maravillosos que he pasado a lo largo de este año y que, probablemente, no se volverán a repetir.
No pondré todos pero si que destacaré alguno que otro:
Mi primer concierto de One direction. Fue muy especial porque era el primero para mi y el ultimo para ellos de su gira (Up All Night Tour). También están los días enteros que pasé junto a unas amigas en Madrid, por su visita, en el hotel Urban, específicamente, donde se alojaban los chicos. En aquellos momentos podia sentir como muchas chicas me mataban con la mirada; supongo que porque yo entraba al hotel como si nada y ellas en cambio tenian que esperar fuera.
No dejemos a parte los dias de vacaciones en mi pueblo, nada relacionado con 1D, que han estado super bien.
Pero destaca, sobretodo, el momento en el que comenzó todo: aquel 29 de Mayo, si no recuerdo mal... Y todo por una entrevista.
Recuerdo que llegábamos las tres. Claudia, Lara y yo. Lara sería la chica que les haría la entrevista, hermana, también, de Claudia, y persona que nos consiguió los pases para entrar con ella a hacersela. Si mal no recuerdo, mis piernas estaban moradas y las manos me temblaban como a un perro chiquitin de los nervios; era impresionante. Claudia parecía estar más tranquila, pero de vez en cuando me agarraba la mano, fuerte y me la agitaba bruscamente recordándome lo cerca que íbamos a estar de ellos, y todo lo que les podríamos preguntar.
Llegó entonces el momento en el que nos colgaron en el pase en el cuello, nos guiaron hasta la puerta de la habitación donde estaríamos con ellos y nos invitaron a pasar. Allí estaban los cinco sentados en un mismo sofá hablando entre ellos.
Justo un minuto antes pensaba que el momento en el que los viese a los cinco juntos me caeria de culo, pero no, eran tan naturales que no transmitian más que calma, una calma importante... Resultaba tan familiar estar y hablar con ellos... Es increible.
Empezaron las presentaciones con dos besos a cada uno y tomamos asientos.
(...)
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